miércoles, 18 de enero de 2017

Alacranes en Palermo

Alerta por alacranes en la Ciudad, con un nene internado
Tobías, de 5 años, fue picado en su casa de Palermo.
  • Clarín
  • 17 Jan 2017
  • SOCIEDAD P.30
Familia. El chico le dijo a su papá que no quiere volver a la casa.
Tobías tiene 5 años y no quiere volver a su casa de Palermo. Es que hace poco más de una semana le picó un alacrán en el cuello mientras dormía y la pasó muy mal: a pesar de la rapidez con la que actuaron sus papás, que lo llevaron de inmediato al sanatorio y agarraron al insecto, el nene tuvo cuatro paros cardiorrespiratorios y, si bien ahora está mucho mejor, hoy cumple 10 días de internación en el Sanatorio Güemes. Lo que denuncia su papá Gastón Núñez y confirma un especialista a Clarín es que lo que le ocurrió a su hijo no puede considerarse un caso aislado ya que los alacranes viven entre nosotros y cada vez son más.
“En los últimos 10 años, aparecieron más alacranes en territorio porteño”, señala Gabriel Pisapia, subdirector médico veterinario del Instituto de Zoonosis Luis Pasteur. Esto tendría que ver, según el experto, con una suba de la temperatura promedio, un mal manejo de los residuos y mucho movimiento de tierra por nuevas construcciones. “Estos insectos tienen el mismo nicho ecológico que las cucarachas. Es decir que donde hay cucarachas también puede haber alacranes”, remarca Pisapia y afirma que “la solución no es fumigar toda la Ciudad”. “Por un lado, porque es operativamente imposible. Pero, además, porque la fumigación terminará con las cucarachas que son el alimento de los alacranes y esto hará que salgan hambrientos”, suma. En este sentido, recomienda “avanzar en materia de sanidad ambiental, evitando la acumulación de residuos para controlar la propagación de ambos insectos: cucarachas y alacranes”.
Otra de las medidas preventivas a seguir, especialmente en épocas de calor en las que los escorpiones están “más activos y se reproducen más”, es cerrar aberturas. “Hay que sellar rejillas, poner mosquiteros y burletes para que no ingresen a los departamentos”, dice Pisapia, que destaca que se presentan en edificios antiguos, bajo los pisos de pinotea, en los sótanos o las calderas.
En Capital existen dos tipos de alacranes . Uno es venenoso y el otro no. “El tityus trivittatus es el peligro: tiene pinzas finas, largas y pequeñas y un color entre rojo y naranja. Además, cuenta con tres bandas negras en el lomo.
“En los chicos las picaduras son más graves. Es raro ver un caso muy serio o mortal en adultos”, aporta el jefe de Toxicología del Hospital Fernández, Carlos Damin, que resalta que la picadura de este insecto “provoca mucho dolor en el lugar y una sensación como de quemadura”.
Lo de Tobías pasó en la madrugada del sábado 7 y su papá logró agarrar el alacrán y llevarlo junto a su hijo hasta el centro de salud. “El antídoto lo estaban preparando en el Hospital Posadas y pensaban mandar una ambulancia a buscarlo. Como sabía que la vida de mi hijo dependía de eso, lo fui a retirar yo”, relata Núñez. La toxina le afectó la parte izquierda del corazón y en 24 horas el nene tuvo cuatro infartos. Al tercer día de internación, los médicos le dijeron al papá de Tobías que ya no podían hacer más nada por él, que dependían de su evolución. “Fue entonces que me fui a Luján, porque soy devoto de la virgen. Recé mucho y mi hijo mejoró. Por eso digo que fue un milagro”, cuenta su papá. Ahora Tobías está consciente y hoy podrían darle el alta, según el último parte médico difundido por el sanatorio.
“No es la primera vez que nos pasa algo así: hace tres años me picó a mí un alacrán en la vereda de nuestra casa, que queda en Costa Rica y Gurruchaga, y hace unos meses le ocurrió lo mismo a mi mujer”, denuncia Núñez. Y agrega: “Necesitamos ayuda para mudarnos. No queremos volver más a esa casa. Estamos rodeados de restaurantes y obras en construcción, hay que hacer algo urgente porque está lleno de basura y creemos que la gente que circula por ahí corre el mismo riesgo que Tobías”.


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