martes, 31 de enero de 2017

Argentinos descubren una bacteria capaz de prolongar la vida humana

Revista el Federal - Ciencia y Tecnología

Argentinos descubren una bacteria capaz de prolongar la vida humana

Investigadores de la UNR y del CONICET descubrieron una bacteria que puede brindar protección contra el desarrollo de enfermedades infecciosas, neurodegenerativas e incluso el cáncer.

Un estudio realizado por científicos de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) del que participan investigadores y becarios del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) fue publicado en la prestigiosa Nature Communications y reveló que la bacteria probiótica Bacillus subtilis tendría la propiedad de retardar el envejecimiento y prolongar la vida humana a través de la colonización del intestino, además de sus efectos beneficiosos sobre el sistema inmunitario.

Esta bacteria fue consumida desde tiempos milenarios en alimentos por la población de ciertos países asiáticos como Japón. Por el momento sus efectos fueron probados solamente sobre el nematodo (gusano) Caenorhabditis elegans, pero los científicos aseguran que las vías regulatorias del envejecimiento de este gusano están conservadas a lo largo de la evolución y básicamente son las mismas que las de los seres humanos.
Lo que pudimos observar en el caso del nematodo es que además de alargarles la vida tiene el efecto de mantener la vitalidad. Esto extrapolado a humanos significaría vivir más allá de los 120 años con una vitalidad de una persona de 50”, apunta Roberto Grau, investigador independiente del CONICET en el la Facultad de Cs. Bioquímicas y Farmacéuticas de la UNR y director del trabajo.
Hasta el momento se sabía que esta bacteria producía un efecto beneficioso sobre la inmunidad innata, este descubrimiento significa que brinda protección contra el desarrollo de enfermedades infecciosas, neurodegenerativas e incluso el cáncer.
“Esto significa que Bacillus subtilis protege contra las dos causas de muerte más habituales: las enfermedades y el envejecimiento de células, tejidos y órganos”, afirma el investigador.
Los científicos pudieron comprobar primero que este probiótico era capaz de retardar el envejecimiento de las neuronas y posteriormente que también tenía el mismo efecto sobre el individuo completo y no solamente sobre un tipo celular en particular.
Pero el descubrimiento no se redujo a verificar los resultados benéficos de la bacteria, sino que también los investigadores pudieron comprender las bases moleculares del mecanismo antienvejecimiento. “Sabemos qué genes de la bacteria están implicados en regular qué genes del hospedador que llevan al aumento de la longevidad y, casualidad o no, encontramos que existe una correlación directa con los genes que se encuentran afectados en las personas centenarias que viven hoy en día”, indicó Grau.

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